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martes, 16 de noviembre de 2010

Gorila

Por Luis Mattini

Me permito parafrasear a Eduardo Galeano porque no puedo salir de mi perplejidad. Parece que el peronismo es realmente indestructible, inmortal, porque siempre encuentra la manera de renovarse. Parece ser que ahora esa manera es que los peronistas se han hecho gorilas y los gorilas peronistas.

Veamos, yo nunca fui peronista pero tampoco gorila, incluso con mucha frecuencia hice causa común con los peronistas contra los gorilas. Y puedo alardear de conocer a fondo a los peronistas y a los gorilas, porque me crié entre peronistas, familia, tios, tias, barrio ciudad donde el peronismo ganaba por el 70 por ciento de los votos, y luego, en el 55, sufrí la humillación de los gorilas. Después viví también la conversión de cientos de gorilas en peronistas, esos que el viejo caudillo llamó, no sin sus razones, “infiltrados”.

Porque aquí hablo de los gorilas “epidermicos”, no los del Poder, o sea no de Rojas, Toranzo Montero, Aramburu, Repetto, La Nación, La Prensa, La Marina, etc...no, aquí hablo de los gorilas del “campo popular” Por ejemplo, los radicales, los, comunistas, los socialistas, todos preñados de estilo stalinista a pesar de condenar los crímenes de Stalin, o sea la mayor parte de los progres o de nuestro famoso despotismo ilustrado. Esos son gorilas porque el peronismo los desplazó y les quitó la influencia en la clase obrera.
Porque la pequeñez mental y espiritual y la mediocridad que demostraron esos sectores en los años 55 al 60, hasta ahora no ha sido narrada. Gente que partía de definir al peronismo como fascismo, a Eva Perón como prostituta advenediza, y a Perón como un demagogo que se apoyaba en el “lumpenproletariado” y la clase media pobre, rasgos típicos del nazismo. En las discusiones bizantinas que se armaban en la mesa familiar, en el club de barrio, en las fabricas, los peronistas explicaban porque eran peronistas; “porque Perón nos dio trabajo” ; Porque Perón me dio la casa” Porque Perón nos dio dignidad” , “Porque Perón sacó al país de la servidumbre” o “porque soy lo que soy gracias a Perón”, etc, etc...retengamos para luego la idea de que eran peronistas porque cada uno recibió algún beneficio personal para el o su familia, a lo que esta izquierda les respondía, con un alarde de ética, que era un tanto mezquino posicionarse en politica por haber recibido beneficios personales. Retengamos para mas tarde esa correcta respuesta de esos gorilitas.

Yo tuve suerte de formarme desde la adolescencia con una izquierda no gorila y tampoco de oportunismo properonsita; uno de sus mentores fue Silvio Frondizi quien rechazó enfáticamente el carácter supuestamente fascista del peronismo, y adoptó la denominación marxista de “bonapartismo”. Por otra parte tuve un compañero alemán que había sido militante con los espartaquistas y él definía muy claramente: el fascismo y el nazismo fueron producto del gran capital en su fase imperial apoyándose en las clases medias empobrecidas y el llamado “lumpenproletariado”; en cambio el peronismo, según este alemán, era la representación del proyecto de burguesía nacional solidamente apoyado en el proletariado industrial. Por eso el peronismo logró desplazar a los socialistas y comunistas de las fábricas.

Unos años después, con el surgimiento de la revolución cubana, una parte de esa izquierda gorila, descubrió “el ser nacional”, y lo identifico con el peronismo. Eso fue coincidente con otros gorilas que provenían del catolicismo y que también descubrieron que el “pueblo era peronista”. Plantearon entonces que el carácter de la revolución en Argentina pasaba por canalizar el peronismo a pesar de Perón. Constituyeron una parte de la ola revolucionaria de los sesentas que haría su eclosión en los setentas unificados bajo la denominación Montoneros.

Si vamos a categorías de las llamadas ciencias sociales, digamos que dejaron de ser gorilas para hacerse peronistas y cambiaron el marxismo por el populismo stalinista y ello les permitió tomar el lugar del despotismo ilustrado.

Nadie les quita el derecho a intentarlo, intentar, como trató Cooke, de transformar al peronismo en la fuerza revolucionaria de la Argentina, pero ocurre que la historia demostró que el peronismo es Perón y que esos revolucionarios no lograron ser los herederos de Peron, porque Peron, como Fidel, como todos los caudillos, no dejó herederos. Por otra parte la pretendida Burguesia Nacional --que hubiera justificado la politica “nacional y popular” de que tanto hacen gala los ex marxistas—no llegó a constituirse como proyecto, desapareció del mapa, una parte fue devorada por el propio desarrollo capitalista y otra se incorporó al gran capital. Repito: se consolidó el imperio, por lo tanto no existe la burguesía nacional. O sea Perón, aparte de no vivir ya, no tiene razón de ser. Porque incluso ya no tienen razón de ser los partidos políticos en su antigua función de ser representantes de determinadas clases. Por eso es que hoy en día, el peronismo pasó a tener los dirigentes más inverosímiles, desde un Menem que desarmó el proyecto de país de Perón, pasando por administradores de grandes intereses como Duhalde, hasta los puestos por las circunstancias como los Kirchner, con el rasgo curioso, insistimos, que tradicionales nombres del peronismo pasaron a ser gorilas y los gorilas a peronistas:

Entonces hoy me encuentro con esos viejos gorilas, que como dije hace décadas descubrieron el “ser nacional” que me acusan de gorila por no estar de acuerdo con este gobierno y me previenen contra la “derecha” gorila en la que figuran indiscutidos peronistas como Rodríguez Saa, Duhalde, Romero, etc. Es curioso, estos que me hostigan casi sin excepción se trata de viejos amigos que hoy se benefician en algo con la política de este gobierno. Y es sorprendente, porque en lo que a mi respecta, desde el punto de vista socio económico, personalmente pocas veces he estado mejor, empleo seguro y buen sueldo. Si es por eso yo debería ser el primer kirchnerista., Claro tampoco estaba mal en aquellos años sesenta y no me hice frondizista ni radical del pueblo. Claro, ni yo ni Reino, ni Axel, ni Santucho, nos hicimos guevaristas y nos incorporamos al PRT-ERP porque ganábamos mal en la fábrica. Y por eso hoy, puedo alegrarme de que el Estado Nacional pague rigurosamente los salarios, gracias a una bonanza económica excepcional, que salgan leyes de merecido respecto como las de matrimonio gay, que se continúen con los juicios, etc., pero ocurre que en el camino tropiezo con cartoneros,

Fíjese que el actual gobierno, tiene cada vez mas apoyo de la clase media tradicionalmente gorila, empleados estatales que tenemos un empleo seguro y no de los peores sueldos; jubilados del sistema judicial, estatal o incluso una parte importante del profesorado, que cobran regularmente y más de lo tradicional, pequeños empresarios o comerciantes que logran vivir mas o menos decentemente del turismo o de ciertas modas editoriales, marginados por sus elecciones sexuales beneficiados por leyes avanzadas, y...por supuesto, la inmensa mayoría de los Organismos de Derechos Humanos que están embelezados por los eternos juicios a las Juntas Militares por crímenes de la dictadura y que parecen creer que con eso se cumple el sueño de los setentistas. O sea la acción de los militantes de derechos humanos se ha transformado en un fin en si mismo, por lo tanto cuanto más se dilaten los juicios mejor será porque si esto se termina no sabrán que hacer de su tiempo ni de qué vivir.
De alli es que la Memoria se ha transformado en centro de actividad. Al desaparecer motivos de lucha, porque parece que el gobierno ha creado el reino de la justicia social, los que nos siguen sólo puede basarse en la Memoria. En vez de abrir locales partidarios, asociaciones barriales, clubes de pelea, casas operativas, en fin lo que sea necesario para enfrentar la injusticia social presente, se abren casas de la memoria para recordar el dolor de la injusticia pasada.

En definitiva, la metamorfosis es impresionante: el despotismo ilustrado gorila de los años sesenta, se ha peronizado y ha adquirido forma de populismo ilustrado, es el principal sostén ideológico del actual gobierno. Como populistas ilustrados, no les preocupa el modelo productivo inaugurado por Menem, continuado por De La Rua y afirmado por los dos últimos gobiernos actuales que amenaza con la más cruel de las dependencias, la dependencia alimentaria, y es fabricante de pobreza, que el gobierno se esfuerza por paliar mediante a planes sociales. Pero lo podrá hacer sólo mientras dure esta bonanaza. Porque este despotismo ha copado el aparato ideológico, reescribe la historia, no lo digo como metáfora, lo digo literal, la escribe en el papel de nuevo, no es que la hace, la reescribe en diversas formas de culto a la Memoria y todo ello redunda en un aceptable modo de vida con casa, vestido y comida asegurados...ah... también los alimentos espirituales satisfechos; Cuerpos culturales, Universidades, Medios de Comunicación y editoriales a disposición.

Bueno, lo que si parece verse es que esa masa de beneficiados por el actual gobierno que manipula el aparato ideológico no son peronistas, sino ex gorilas disfrazados; la gran incógnita es, ¿Qué pasará con el peronismo, digo, con esos miles de personas que se dicen “yo soy peronista de Perón”?

Fuente: lafogata.org

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