Guachínes jubilados bacánes, viejos putitos, que vive holgadamente con 200 dólares mensuales y todavía se quejan!!!!.
Primera Opinión
Esto no es solo una lucha política propuesta por la oposición para quitarle la iniciativa al poder .
Esto es una mezcla de cuestiones donde más allá de lo político y lo humano termina existiendo un problema económico-financiero en la ANSES y esto es en realidad lo que habría que analizar con los números en la mano.
Anses en 15 meses tuvo SUPERÁVIT DE $22.000.000.000 lo cual es una enormidad para el aumento que se pretende financiar.
- ¿Porqué ANSES le presta dinero al Gobierno nacional?
- ¿Porqué entonces ANSES implementó el sistema de la asignación familiar por hijo (materia en la que estoy de acuerdo con el fondo de la cuestión , no así del lugar de donde se extrajeron los fondos)?
- ¿Cómo es que el superávit anual de la Administración Nacional de Servicios Sociales es de $40.000.000.000?
- ¿Es justo que el Estado se haga cada vez más rico a través de los incrementos de recaudación que tanto anuncian con bombos y platillos, además les quiten fondos a ANSES?
Convengamos minimamente en asumir el problema de que un jubilado no puede vivir con $1100, diga la Presidente los números y porcentajes de incremento que se le antoje calcular desde la década de Bernardino Rivadavia.
3 de cada 4 jubilados cobra el haber mínimo, hoy de $ 1.046, que representa una “jubilación asistencial”, ya que apenas cubre la mitad del valor de una canasta básica del sector.
Segunda Opinión
Cuando hace más de un año impulsamos desde la CTA elevar la jubilación básica llevándola al 82 por ciento del salario mínimo vital y móvil, propusimos como fuente de recursos la restitución de los aportes patronales que representaba en ese momento una cifra cercana a los 20 mil millones de pesos, lo cual garantizaba la sustentabilidad del incremento de los haberes jubilatorios.
El investigador Damián Panigo (Conicet-Instituto Ceil-Piette) desnuda en una investigación sobre la ley un costado que descascara el contenido supuestamente progresista que algunos pretenden atribuirle. Al analizar los efectos que tendrían los artículos 5, 6 y 7 (ajustes Elif, Sánchez y Badaro, respectivamente) demuestra que la mayor inversión de recursos habria estado dirigida a incrementar las jubilaciones más altas, impulsando hacia arriba los haberes jubilatorios de los sectores con mayores ingresos, reproduciendo entre los pasivos la misma brecha de la de-sigualdad que se da entre los activos.
De esta manera esta ley retoma la vieja tradición conservadora que marcó el inicio del sistema jubilatorio argentino desde principios de siglo hasta la llegada del peronismo en 1945. En una investigación de Cifra se señala que hacia fines de los años treinta se terminó de consolidar un sistema jubilatorio “que se regía por la lógica de la capitalización individual”. Es decir, a altos salarios correspondían altas jubilaciones; a bajos salarios, bajas jubilaciones y a quienes no aportaban por su condición de semiesclavitud, la nada. A partir de 1944, con Perón en la Secretaría de Trabajo, se dio un primer cambio importante, con la extensión de la cobertura al conjunto de los trabajadores. Pero recién a fines del segundo gobierno peronista, con la sanción de la Ley 14.370 en 1954, se produjo un cambio revolucionario estableciéndose la lógica de reparto solidario como principio rector del régimen jubilatorio, dejando atrás el sistema de capitalización individual acuñado durante el período conservador. El elemento más progresivo del cambio consistió en que “los trabajadores con ingresos bajos y medios obtendrían tasas de sustitución del salario mucho más altas que las de los trabajadores de mayores ingresos. Es decir, los trabajadores de menores salarios percibirían un beneficio jubilatorio superior al que les correspondería por la magnitud de sus aportes al sistema”.
En la evolución de la línea histórica recorrida por el sistema jubilatorio argentino, la ley aprobada de no ser vetada, habría significado un retroceso que nos ubica nuevamente en la concepción conservadora individual-no solidaria, de reproducir entre los pasivos la misma desigualdad que entre los activos. Esto nos pone en el camino de regreso hacia la capitalización individual.
De modo que por donde se lo mire estamos en problemas.
¿Cuál es el problema, entonces? Ni 36% ni 82%, el problema es la falta de segmentación para hacer que el sistema sea de carácter solidario, de modo que ningún jubilado cobre menos de lo que marca la canasta básica, pasando a ser indigente. El problema es hacer uso de esos fondos cuyo destino debiera ser por lógica para uso y beneficio entre los mismos jubilados. Así, con la plata de los jubilados pagamos deuda, financiamos proyectos de multinacionales automotrices, abominables fusiones televisivas de fútbol y propaganda oficialista y cubrimos el déficit diario de seis millones de pesos de Aerolíneas Argentinas, gestionada por el grupo Moyano. Y, también, el financiamiento de obras públicas adjudicadas a empresarios cortesanos. Obligando ademas a la Administración (Anses) a suscribir bonos emitidos por el Poder Ejecutivo, recibiendo a cambio papeles que pagan una tasa de 3,5 por ciento, mientras la inflación anual se mantiene en torno del 20 al 25 por ciento, según consultoras privadas, lo que implica mas despojo de los dineros de los “abuelitos”. y ya que la fiesta sigue, repartimos computadoras gratis para chicos, decodificadores de TV digital y créditos de bajo costo para comprar autos.link Guachínes jubilados bacánes, viejos putitos, que vive holgadamente con 200 dólares mensuales y todavía se quejan!!!!.
¿Cuál es el problema, entonces? Ni 36% ni 82%, el problema es la falta de segmentación para hacer que el sistema sea de carácter solidario, de modo que ningún jubilado cobre menos de lo que marca la canasta básica, pasando a ser indigente. El problema es hacer uso de esos fondos cuyo destino debiera ser por lógica para uso y beneficio entre los mismos jubilados. Así, con la plata de los jubilados pagamos deuda, financiamos proyectos de multinacionales automotrices, abominables fusiones televisivas de fútbol y propaganda oficialista y cubrimos el déficit diario de seis millones de pesos de Aerolíneas Argentinas, gestionada por el grupo Moyano. Y, también, el financiamiento de obras públicas adjudicadas a empresarios cortesanos. Obligando ademas a la Administración (Anses) a suscribir bonos emitidos por el Poder Ejecutivo, recibiendo a cambio papeles que pagan una tasa de 3,5 por ciento, mientras la inflación anual se mantiene en torno del 20 al 25 por ciento, según consultoras privadas, lo que implica mas despojo de los dineros de los “abuelitos”. y ya que la fiesta sigue, repartimos computadoras gratis para chicos, decodificadores de TV digital y créditos de bajo costo para comprar autos.link Guachínes jubilados bacánes, viejos putitos, que vive holgadamente con 200 dólares mensuales y todavía se quejan!!!!.
Cronología del saqueo
20 Sep 1904 - “FELIZ DIA DEL JUBILADO” El 20 de septiembre de 1904, se sanciona la primera ley argentina de jubilación, nº. 4349. Llevada al congreso por el Dr. Alfredo Palacios, el primer legislador Socialista de América.
"Cuando a partir de 1952 debieron tomarse medidas de mayor contención económica, el gobierno peronista echó mano a parte de los fondos acumulados por las cajas para evitar la emisión de moneda sin respaldo, de modo que el sistema empezó a tropezar con dificultades", dice una documentada obra dirigida por Félix Luna, la que a continuación añade: “ Además, como a partir de 1950 empezó a crecer la inflación hasta llegar a niveles desconocidos para la época, los jubilados y pensionados que recibían la misma cantidad de dinero mes a mes advirtieron que esta suma tenía un poder adquisitivo cada vez más decaído, lo que provocó malestar y reclamos. Pero como la clase pasiva no puede hacer huelga y su influencia sobre los mecanismos económicos ees virtualmente nula, las quejas tuvieron escaso efecto. Y lo que había sido tranquilidad para la vejez se convirtió, en muchos casos, en inseguridad y amargura.
El sistema jubilatorio había comenzado en 1904, con la creación de la caja de empleados públicos. En 1915 se extendió a los ferroviarios, en 1921 a los empleados y obreros de servicios públicos, en 1923 a los bancarios y en 1939 a los periodistas y al personal de navegación. En 1928 se había sancionado la ley 11.289 que creara las cajas para empleados de comercio, obreros industriales, periodistas, trabajadores de artes gráficas y de la marina mercante, pero esas conquistas serían suspendidas por otra ley, la 11.358 que anuló todo.
En 1944 y 1945 se ponen en marcha las cajas para empleados de comercio y personal de la industria, respectivamente. Esto significó extender el sistema previsional en forma considerable, al alcanzar su cobertura a todos los trabajadores urbanos, excepto el personal de servicio doméstico y los trabajadores independientes.
En 1952 habían ingresado al sistema 41.000 millones de pesos, y se había producido un egreso de 12.000 millones, lo que dejaba en caja 29.000 millones. Había ese año dos millones de beneficiarios. En 1955 debía haber en las cajas 160 millones de pesos (el dólar paralelo se cotizaba a $ 27) para cubrir una cantidad de aportantes que ya llegaba a cinco millones, pero la plata no estaba y el sistema comenzó a complicarse. Es que esos fondos se usaban para otra cosa: “El déficit fiscal creció ininterrumpidamente y cada vez en mayor medida se fue cubriendo con emisión de moneda. Luego se presentó un novedoso recurso: la colocación de obligaciones de previsión social, que tuvo por resultado dejar a las cajas de jubilaciones en la más absoluta orfandad. En 1947 se comenzó colocando 1.133,4 millones de pesos. "
“Perón extendió el sistema jubilatorio a todos. Entonces, más de cinco millones de contribuyentes tenían todos los meses que depositar dinero para las cajas de jubilaciones, que eran propiedad de ellos. Como había pocos jubilados todavía, la diferencia entre los depósitos y lo que había que pagar era enorme y ese dinero de propiedad de los jubilados lo tomó Perón de las cajas a lo largo de todo su gobierno y lo destinó a pagar los despilfarros del presupuesto. Es claro que no tenía déficit de los presupuestos, porque trabajaba con la plata de los jubilados. Por eso es que de ahí en adelante, el sistema jubilatorio jamás se pudo rehabilitar en la Argentina y éste es, tal vez, uno de los más grandes fraudes cometidos contra el hombre común, al que se decía que se pretendía defender. La deuda del gobierno con los jubilados, después de que se fue Perón, fue de 1.500 millones de dólares, una inmensa fortuna en 1955, que el gobierno había sustraído a los jubilados. Por eso es que los jubilados argentinos no se han podido aún recuperar de esa extracción hecha a las cajas”.
Perón nunca rebatió esas cifras. Se limitaba a decir que no había déficit presupuestario.
Fuente (s):
"El estado previsor", fascículo 20, Nuestro Siglo. Historia gráfica de la Argentina Contemporánea, Félix Luna.
"Estudio estadístico del sistema previsional argentino en el período 1950-1972", Héctor Diéguez y Alberto Petrecolla.
"De la crisis al desarrollo mundial", Néstor Grancelli Chá.
El sistema jubilatorio había comenzado en 1904, con la creación de la caja de empleados públicos. En 1915 se extendió a los ferroviarios, en 1921 a los empleados y obreros de servicios públicos, en 1923 a los bancarios y en 1939 a los periodistas y al personal de navegación. En 1928 se había sancionado la ley 11.289 que creara las cajas para empleados de comercio, obreros industriales, periodistas, trabajadores de artes gráficas y de la marina mercante, pero esas conquistas serían suspendidas por otra ley, la 11.358 que anuló todo.
En 1944 y 1945 se ponen en marcha las cajas para empleados de comercio y personal de la industria, respectivamente. Esto significó extender el sistema previsional en forma considerable, al alcanzar su cobertura a todos los trabajadores urbanos, excepto el personal de servicio doméstico y los trabajadores independientes.
En 1952 habían ingresado al sistema 41.000 millones de pesos, y se había producido un egreso de 12.000 millones, lo que dejaba en caja 29.000 millones. Había ese año dos millones de beneficiarios. En 1955 debía haber en las cajas 160 millones de pesos (el dólar paralelo se cotizaba a $ 27) para cubrir una cantidad de aportantes que ya llegaba a cinco millones, pero la plata no estaba y el sistema comenzó a complicarse. Es que esos fondos se usaban para otra cosa: “El déficit fiscal creció ininterrumpidamente y cada vez en mayor medida se fue cubriendo con emisión de moneda. Luego se presentó un novedoso recurso: la colocación de obligaciones de previsión social, que tuvo por resultado dejar a las cajas de jubilaciones en la más absoluta orfandad. En 1947 se comenzó colocando 1.133,4 millones de pesos. "
“Perón extendió el sistema jubilatorio a todos. Entonces, más de cinco millones de contribuyentes tenían todos los meses que depositar dinero para las cajas de jubilaciones, que eran propiedad de ellos. Como había pocos jubilados todavía, la diferencia entre los depósitos y lo que había que pagar era enorme y ese dinero de propiedad de los jubilados lo tomó Perón de las cajas a lo largo de todo su gobierno y lo destinó a pagar los despilfarros del presupuesto. Es claro que no tenía déficit de los presupuestos, porque trabajaba con la plata de los jubilados. Por eso es que de ahí en adelante, el sistema jubilatorio jamás se pudo rehabilitar en la Argentina y éste es, tal vez, uno de los más grandes fraudes cometidos contra el hombre común, al que se decía que se pretendía defender. La deuda del gobierno con los jubilados, después de que se fue Perón, fue de 1.500 millones de dólares, una inmensa fortuna en 1955, que el gobierno había sustraído a los jubilados. Por eso es que los jubilados argentinos no se han podido aún recuperar de esa extracción hecha a las cajas”.
Perón nunca rebatió esas cifras. Se limitaba a decir que no había déficit presupuestario.
Fuente (s):
"El estado previsor", fascículo 20, Nuestro Siglo. Historia gráfica de la Argentina Contemporánea, Félix Luna.
"Estudio estadístico del sistema previsional argentino en el período 1950-1972", Héctor Diéguez y Alberto Petrecolla.
"De la crisis al desarrollo mundial", Néstor Grancelli Chá.
Saqueo social en Argentina
Martínez de Hoz empieza a trampear el índice de remuneraciones para despojar a los jubilados de parte de su sueldo, mes a mes, lo que de hecho continúo ocurriendo en la democracia recuperada. Desde el año 1979 a 1995, los gobiernos de Videla, de Alfonsín y de Menem, se apropiaron de 89.000 millones que pertenecían a los jubilados, preparando el camino para crear las AFJP.
Marco general
Recordemos que cuando irrumpe la revolución industrial del siglo XIX el abandono de las actividades primarias patentiza la contradicción entre la abundancia de algunos frente a la pobreza de otros.
Es en los períodos de reconstrucción de las dos guerras mundiales cuando empieza la evolución y la organización de la cobertura social de los sectores más desprotegidos bajo el nombre de seguridad social.La previsión en Argentina
En Argentina se crea en el año 1904 la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones Civiles para los empleados de la Administración Pública y tras la huelga de 1912 se presenta el proyecto que se aprobaría en 1915 e iniciaría su funcionamiento en 1919 como Caja de Jubilaciones para los Ferroviarios, expandiéndose la seguridad social a partir de 1944 bajo el influjo del entonces coronel Perón.
Es de subrayar que hasta 1954 el régimen vigente en argentina fue de capitalización, sistema que tuvo que ser abandonado.
La movilidad del haber
Se establecen distintos mecanismos de ajuste para los salarios de los jubilados hasta que en la reforma constitucional de 1957 se incorpora la movilidad del haber como imperativo supremo en la redacción del art. 14 bis de la Constitución Nacional.
A partir de 1968 la ley reglamenta el nivel de prestaciones y remite al índice de la Encuesta Permanente de Salarios cuya elaboración anual pone a cargo de la Secretaría de Seguridad Social, en base a la cual a partir de allí se deberán calcular los haberes iniciales y los ajustes posteriores de los jubilados.
Trampeando los datos
Instaurado el golpe militar de 1976 la ortodoxia liberal importa de la mano del Ministro Martínez de Hoz el monetarismo de Milton Friedman. Ya a partir de 1979 se empieza a trampear el índice de la Encuesta para despojar a los jubilados de parte de su sueldo, mes a mes.
El gobierno de Raúl Alfonsín
Reinstalada la democracia en 1983 con la elección de Raúl Alfonsín se continúa la distorsión en el pago y se inicia el camino hacia la justificación del abandono de la seguridad social al dictarse el decreto de "emergencia previsional".
Dicho decreto, el 2196 del año 1986 además de postergar el pago de lo reclamado judicialmente por los perjudicados, modifica el sistema de movilidad, empieza a culpar a la Justicia del quiebre del sistema previsional, y a argumentar la imposibilidad económica de cumplir con la obligación legal y constitucional a cargo del Estado.
A fines de 1990 ya se visualizaba la mano de la economía neoliberal y su deseo de importar el modelo de capitalización chileno. No es casualidad que en mayo de 1991 con el apoyo del gobierno provincial de Antonio Cafiero desde el Instituto de Previsión Social de la Provincia de Buenos Aires se publicara la obra de Amancio López titulada "Monetarismo y Previsión Privada", que cuestiona el mentado sistema de capitalización, demuestra su inviabilidad en el mundo y desnuda su fundamentación en la escuela Monetarista de Milton Friedman.El gobierno de Carlos Menem
Por José Luis Di Lorenzo
Martínez de Hoz empieza a trampear el índice de remuneraciones para despojar a los jubilados de parte de su sueldo, mes a mes, lo que de hecho continúo ocurriendo en la democracia recuperada. Desde el año 1979 a 1995, los gobiernos de Videla, de Alfonsín y de Menem, se apropiaron de 89.000 millones que pertenecían a los jubilados, preparando el camino para crear las AFJP.
Marco general
Recordemos que cuando irrumpe la revolución industrial del siglo XIX el abandono de las actividades primarias patentiza la contradicción entre la abundancia de algunos frente a la pobreza de otros.
Es en los períodos de reconstrucción de las dos guerras mundiales cuando empieza la evolución y la organización de la cobertura social de los sectores más desprotegidos bajo el nombre de seguridad social.La previsión en Argentina
En Argentina se crea en el año 1904 la Caja Nacional de Jubilaciones y Pensiones Civiles para los empleados de la Administración Pública y tras la huelga de 1912 se presenta el proyecto que se aprobaría en 1915 e iniciaría su funcionamiento en 1919 como Caja de Jubilaciones para los Ferroviarios, expandiéndose la seguridad social a partir de 1944 bajo el influjo del entonces coronel Perón.
Es de subrayar que hasta 1954 el régimen vigente en argentina fue de capitalización, sistema que tuvo que ser abandonado.
La movilidad del haber
Se establecen distintos mecanismos de ajuste para los salarios de los jubilados hasta que en la reforma constitucional de 1957 se incorpora la movilidad del haber como imperativo supremo en la redacción del art. 14 bis de la Constitución Nacional.
A partir de 1968 la ley reglamenta el nivel de prestaciones y remite al índice de la Encuesta Permanente de Salarios cuya elaboración anual pone a cargo de la Secretaría de Seguridad Social, en base a la cual a partir de allí se deberán calcular los haberes iniciales y los ajustes posteriores de los jubilados.
Trampeando los datos
Instaurado el golpe militar de 1976 la ortodoxia liberal importa de la mano del Ministro Martínez de Hoz el monetarismo de Milton Friedman. Ya a partir de 1979 se empieza a trampear el índice de la Encuesta para despojar a los jubilados de parte de su sueldo, mes a mes.
El gobierno de Raúl Alfonsín
Reinstalada la democracia en 1983 con la elección de Raúl Alfonsín se continúa la distorsión en el pago y se inicia el camino hacia la justificación del abandono de la seguridad social al dictarse el decreto de "emergencia previsional".
Dicho decreto, el 2196 del año 1986 además de postergar el pago de lo reclamado judicialmente por los perjudicados, modifica el sistema de movilidad, empieza a culpar a la Justicia del quiebre del sistema previsional, y a argumentar la imposibilidad económica de cumplir con la obligación legal y constitucional a cargo del Estado.
A fines de 1990 ya se visualizaba la mano de la economía neoliberal y su deseo de importar el modelo de capitalización chileno. No es casualidad que en mayo de 1991 con el apoyo del gobierno provincial de Antonio Cafiero desde el Instituto de Previsión Social de la Provincia de Buenos Aires se publicara la obra de Amancio López titulada "Monetarismo y Previsión Privada", que cuestiona el mentado sistema de capitalización, demuestra su inviabilidad en el mundo y desnuda su fundamentación en la escuela Monetarista de Milton Friedman.El gobierno de Carlos Menem
1994 - La drástica reforma del sistema de jubilación que prepara el Gobierno en manos de los fondos de jubilación privada creados con la reforma de 1994.
El cambio del signo político del gobierno (asume Carlos Menem la presidencia), la ideología del Justicialismo, sus antecedentes históricos y especialmente el de haber sido el que incorporo los derechos de la ancianidad a la Constitución aprobada en 1949, abrigó la esperanza de tiempos mejores.
Se reconoció parte de lo adeudado a nuestros mayores mediante el pago en bonos de la deuda pública y se puso en funcionamiento una instancia especializada y única para atender los reclamos del sector (la Cámara Nacional de Apelaciones de la Seguridad Social), para luego revertir la propia historia terminando de consolidar (ahora en democracia) la ideología del golpe de 1976.
Justificación del incumplimiento.
La justificación para el incumplimiento con los jubilados, tanto en el gobierno de Raúl Alfonsín como en el de Carlos Menem partió de similares argumentos lo que se constata al cotejar la letra de los decretos de emergencia previsional y los fundamentos de la ley 24.241.
Uno de los tantos sofismas utilizado para justificar la creación de las AFJP sostenía que los $200 millones al mes necesarios para cumplir con el nivel legal de las prestaciones resultaba impagable. Igual cifra, sin embargo, fue la que se empezó a transferir mes a mes a las nuevas AFJP a partir del día siguiente al de su creación.
El fin de las ideologías y el principio de los negocios
Mientras los recursos que se destinaban al pago de las jubilaciones empezaban a nutrir a la más inmoral y mayor privatización realizada en la década de los noventa, de nuevo, de la mano del monetarismo y con el argumento de la muerte de las ideologías, se volvió al concepto de asistencialismo siempre condenado por el Justicialismo.
En la etapa previa, desde el año 1979 a 1995, los distintos gobiernos se apropiaron (a moneda constante) de casi 89.000 millones que pertenecían a los jubilados y le dieron otro destino. Eran 1.400.000 jubilados los que tenían derecho a reajuste, lo que significa que les sustrajeron unos $ 230,52 promedio por mes a cada uno durante 17 años.
La cifra total acumulada -$75.000 millones - impresiona y hasta si no miramos con cuidado parece justificar los asertos economicistas de la imposibilidad de cumplimiento.
Pero si la comparamos con el Producto Bruto Nacional acumulado en los mismos diecisiete años (también a moneda constante) ello sólo significa el 1,52% de la riqueza nacional (el P.B.I. acumulado en igual período fue de 4.930 billones).
El gobierno de Menem desde su concepción asistencialista decidió y logró congelar los haberes en pasividad para convertirlos en variable de ajuste de la economía.Industria de la injusticia
Amparándose en el pragmatismo como justificación a la heterodoxia justicialista, el gobierno de Menem en 1993 remata la seguridad social.
Se institucionaliza la inseguridad jurídica y social, y se establecen pautas de movilidad supeditadas a las posibilidades presupuestarias y a la recaudación que se obtenga.
Con la mayoría legislativa propia se crea el "nuevo" sistema, que inicialmente pretendía ser totalmente de capitalización, pero que ante la oposición férrea de aún muchos justicialistas (entre los que nos contamos) se terminó en un sistema mixto, parte estatal bajo el régimen de reparto, parte privado bajo el régimen de capitalización.
Nuevamente, pero con mayor insistencia, se vuelve a culpar a los abogados (jueces, doctrinarios y litigantes) de los males que a la economía le ocasiona hacer lugar al derecho constitucional al reajuste de los haberes jubilatorios.Al punto que el ex ministro de Economía (Domingo Cavallo) llegó a sostener la necesidad de reeducar a los jueces.
Tanto en el período de Raúl Alfonsín como en el de Carlos Menem se meneó el tema de la "industria del juicio", que resultaba más sencillo que acabar con los juicios cumpliendo con la Constitución y las leyes. Lo que demuestra que en realidad hubo y hay una "industria de la injusticia".Insolidaridad economicista
El menemismo alcanza la cúspide de la arbitrariedad con la aprobación de lo que irónicamente da en llamar "Ley de Solidaridad Previsional", a partir de la cual lograron parar los justos reclamos y aún postergar ilimitadamente el cobro a aquellos osados jubilados que a pesar de todas las trabas legales incorporadas logren sentencia favorable. Ley a la que Bidart Campos con total acierto denominó "La inicua Ley de "insolidaridad economicista...". El gobierno de Carlos Menem logró lo que el de Raúl Alfonsín quiso pero no pudo con el decreto de emergencia previsional: ¡a los jubilados... ni justicia!.
El ajuste estructural
Reinstalada la ortodoxia económica liberal con la actualización doctrinaria del monetarismo (neoliberalismo), escudándose en el “inevitable” ajuste estructural se consolida un fenomenal negocio, que:
• Asegura a los acreedores externos la percepción de los intereses de la deuda externa.
• Ofrece en el mercado financiero tasas de rentabilidad superiores a la de los países centrales.
• Permite al empresario local reducir su costo de producción por la rebaja de las cargas sociales y por la rebaja de los salarios (garantizada por el mantenimiento de altas tasas de desocupación).
• Genera comisiones exorbitantes a favor de la A.F.J.P. (inicialmente del orden del 50 % del capital que administran) y un negocio colateral, el de seguros de retiro, que contratan con la compañías de su mismo grupo.
• Al 2006 los bancos (AFJP) embolsaron solamente en concepto de comisiones más de 10.000 millones de dólares. Monto equivalente a construir tres ciudades completas como la actual de La Plata, Provincia de Buenos Aires.
Eso sí, con la plata y recursos que eran para los jubilados.
Desuetudo constitucional
El incumplimiento constitucional fue total. No se cumplió con la movilidad, el Estado abandonó el rol que le fue impuesto, y quebró la solidaridad social. La Constitución formal aún recepta los principios solidarios y humanitarios, la Constitución real (la que acepta el plan económico) defiende el egoísmo materialista.
Desde 1976 a la fecha se constata la consolidación del mismo modelo socioeconómico que se impuso por la fuerza. Para sostenerlo en lugar de aquel autoritarismo militar se apela al autoritarismo económico.
La violencia armada es sustituida por el miedo a la inflación, a la desocupación, a la exclusión (violencia moral). El derecho del ciudadano cede ante el del consumidor. La concentración económica permite que ya no sea necesaria la amenaza del golpe militar para garantizar la permanencia y continuidad del "modelo", el golpe de mercado es más efectivo.El Gobierno de De la Rúa
En el año 2000 Fernando De la Rúa y su ministro de economía López Murphy rebajan un 13% el haber de las jubilaciones. En 2001, con la incorporación de Domingo Cavallo como nuevo ministro de economía por decreto rebaja el aporte al sistema de capitalización lo que de hecho significaba un 6% de aumento real del sueldo para quien se pasara del régimen público al privado. Lo que coincide con la compra a sabiendas de bonos en default y un incremento de afiliados al sistema de capitalización del orden más de dos millones y medio de afiliados.
Kirchner
2008 - 2. En América Latina En el año 2008 Argentina “…tomó dos medidas importantes. La estatización de las Administradoras de Fondos de Jubilación y Pensión (AFJP), creadas en el cenit del neoliberalismo e impulsadas por Carlos Menem, lo que supuso una transferencia al Estado de 24 mil millones de dólares. Es una decisión de carácter estratégico que se anticipa al probable colapso global de los fondos de jubilación por capitalización.
"Con la estatización se liberaron recursos del estado que seguía financiando parte de las jubilaciones, pero no recibía aportes de los contribuyentes que iban al sistema privado. En el marco de la crisis de aquel momento estos fondos adicionales permitieron financiar obras de infraestructura y líneas de crédito para los sectores productivos", puntualizó Arceo.
En el caso de Argentina esto fue doblemente importante porque el país tiene virtualmente cerrado el acceso a los mercados de capitales desde el cese de pagos de 2001.
Los detractores equiparan el uso gubernamental de los fondos de pensión a una "cajita feliz" como la que regalan en la cadena de Hamburguesas Mc Donald.
Desde esta perspectiva la estatización es una "bomba de tiempo".
Si coyunturalmente puede subsanar algunos cuellos de botella a nivel de inversión, a la larga el sistema no se va a poder sostener porque - dicen los críticos - se están priorizando las necesidades económicas del gobierno en vez de la inversión más rentable y segura que garantice el futuro del las pensiones.
El académico Carmelo Mesa-Lago, de la Universidad de Pittsbourgh, autor de numerosos libros sobre los sistemas de seguridad social, crítico en su momento de la privatización de las jubilaciones, ve fuertes debilidades en el nuevo modelo previsional argentino.
"La sostenibilidad del sistema es bastante frágil. A pesar de que el ente oficial de seguridad social, el Anses, es en teoría autónomo del poder ejecutivo, no hay nada que impida que sus recursos se usen para cubrir el déficit fiscal o pagar la deuda externa", señaló a BBC Mundo.
Si coyunturalmente puede subsanar algunos cuellos de botella a nivel de inversión, a la larga el sistema no se va a poder sostener porque - dicen los críticos - se están priorizando las necesidades económicas del gobierno en vez de la inversión más rentable y segura que garantice el futuro del las pensiones.
El académico Carmelo Mesa-Lago, de la Universidad de Pittsbourgh, autor de numerosos libros sobre los sistemas de seguridad social, crítico en su momento de la privatización de las jubilaciones, ve fuertes debilidades en el nuevo modelo previsional argentino.
"La sostenibilidad del sistema es bastante frágil. A pesar de que el ente oficial de seguridad social, el Anses, es en teoría autónomo del poder ejecutivo, no hay nada que impida que sus recursos se usen para cubrir el déficit fiscal o pagar la deuda externa", señaló a BBC Mundo.
2 Jul 2010 - ... ... puntualizaron los legisladores a través de un comunicado, en el que señalan que “Argentina tiene niveles de pobreza inaceptables de acuerdo al ... La jubilación equivale en este momento a un 36% del sueldo promedio, desvirtuando el carácter sustitutivo del haber jubilatorio, ...
Si te interesa este tema no dejes de leer este link http://yeyati.blogspot.com/2010/10/82-barajar-y-dar-de-nuevo.html
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