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sábado, 6 de diciembre de 2008

Salvemos al petroleo

Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan.
05-12-2008

Sin nafta, comenzó la cuenta regresiva
La medida de fuerza conjunta entre empleados y patrones es en reclamo la rentabilidad de la distribución minorista de combustibles.

A raíz de la presión de YPF sus expendedores eliminan el plus. El plus que cobran las estaciones de servicios varía, pero no baja de los 10 centavos por litro.
NEUQUÉN (AN).- A un año y medio de que gran parte de las estaciones de servicio de la región instauraran el cobro de un monto adicional conocido como "servicio de playa", varias expendedoras de la zona dejaron de cobrarlo. La eliminación de este plus comenzó a hacerse evidente el jueves pasado en las estaciones dependientes de la petrolera YPF y, de acuerdo con la cámara empresarial, "es por la presión de la empresa, lo que va a llevar a que se despidan empleados y se cierre por las noches".
Mientras para la mayoría de los automovilistas la eliminación de este adicional de 10 a 15 centavos por litro de combustible será una buena noticia, puertas adentro de las estaciones de servicios se estima que, por la caída en la rentabilidad que implicará, deberán despedir a empleados e incluso reducir el horario de atención.
Así lo advirtió el secretario de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Río Negro y Neuquén, Carlos Pintos, quien explicó que "desde YPF, ahora que tiene nuevos capitales nacionales, están presionando a todas las estaciones de servicios para que eliminen el plus porque lo que en realidad quieren es incorporar esos 10 centavos en el precio del combustible y llevárselos ellos".
Pintos señaló que "la primera zona del país donde se eliminó fue en Rosario y el sábado nos encontramos con que subieron el precio de todos los combustibles". El referente del sector fue más allá y advirtió que "en el mediano plazo esto va a poner al borde de la quiebra a varias estaciones y va a llevar a que muchas pasen a manos de la misma petrolera porque las estaciones, por contrato, no podemos comprar combustibles a ninguna otra empresa".
La aplicación de este plus de comercialización fue duramente defendida por los estacioneros hace escasos dos meses en la Legislatura neuquina cuando se intentó impedir su cobro, dado que si bien se trata de 10 o más centavos por litro, el adicional representa entre el 40 y el 50% de la rentabilidad promedio de una estación. Esto se debe a que los minoristas sólo perciben el 7% del total de su facturación.
Tras una serie de denuncias por aparentes maniobras de desabastecimiento, desde la Cámara de Expendedores se reclamó además que les prohíban "las ventas de grandes cantidades, como por ejemplo tanques de 200 litros para obras en construcción, porque los van a vender directamente ellos y a un precio superior al de los surtidores".

Economía y Negocios
YPF se apropia de la renta de las Estaciones de Servicio
Martes, 18 de Noviembre de 2008 - Publicado en la Edición Impresa
La puja por la rentabilidad de la distribución minorista de combustibles, acaba de dar una nueva vuelta de tuerca con la agresiva ofensiva de YPF Repsol para apropiarse ahora del adicional por Servicio de Playa que comenzaron a cobrar desde el año pasado la mayoría de las estaciones de servicio de todo el país.
La petrolera mantiene desde hace dos semanas una serie de intimaciones hostiles a sus minoristas de bandera, a los que amenaza por ejemplo con dejar de asistir en tareas que naturalmente son de su incumbencia, como la remediación de suelos por pérdidas, pero sin las que tienen excusas para cortar el suministro.
La situación se replica en todas las provincias: la petrolera impone dejar de discriminar el adicional en la venta al público, pero sin bajar el precio final de los combustibles. Reconociendo una comisión mínima por el aumento de lo que recibe en diferencia, deja a las Estaciones un centavo de los 15 que se cobraban por litro, apropiándose del 93 % del adicional.
La avanzada mereció un pronunciamiento de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (“C.E.C.H.A”), señalando el problema de fondo; la puja por el control del mercado minorista.
Se señala que las empresas petroleras como YPF, intentan fundir a las PyMes minoristas, para monopolizar de esa manera el mercado de la distribución con el control de un mayor porcentaje de estaciones de servicios.
Desde el sector de los expendedores, se señala la ejecución de un plan sistemático de quita de rentabilidad a los estacioneros, como, comisiones, mayor volumen, y quita de mercado competitivo como el mayoreo del combustible, entre otros.
“El servicio de playa ante la necesidad de mejorar la rentabilidad por el aumento de los costos fijos como salarios, frente a precios congelados y a la negativa de aumentar las comisiones. Esto estuvo de alguna forma acorado con el gobierno nacional y las petroleras que lo aceptaron inicialmente, pero siempre pensamos que se iban a apropiar del adicional”, admitió ayer Oscar Díaz, Presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles y Afines del Chaco (CECACh), sincerando una sórdida disputa, que en el Chaco ya alineó detrás de la pretensión de la petrolera, a tres de las seis estaciones particulares de la marca.
En guerra
Una reunión urgente del consejo directivo de C.E.C.H.A en Salta la semana pasada advirtió sobre la ofensiva de apropiación de rentas de las EESS de YPF en todo el país.
“La firma YPF S.A. viene asumiendo desde hace tiempo ciertas actitudes que tienen por objeto menoscabar la rentabilidad de las Estaciones de Servicio de su bandera, y obstaculizar la aplicación legítima de soluciones alternativas creadas por los Expendedores de combustibles como paliativo al problema que viene atravesando el sector desde hace tiempo” advirtió.
C.E.C.H.A apuntó amenazas e intimaciones de corte de suministro, no renovación de contratos, modificaciones unilaterales y abusivas a los contratos contrarias a la legislación vigente en materia de pasivos ambientales, suspensión de la devolución del denominado impuesto al cheque, etc.
“Lamentablemente, los expendedores que operan bajo la red abanderada de YPF están siendo víctimas una vez más de este tipo de atropellos, colocándolos en un punto de quebranto sin retorno que, de persistir esta postura, no solamente perjudicará al sector, sino también a la economía en general, dado que se perderán fuentes genuinas de empleo que en este momento tan delicado queremos a toda costa evitar” advirtió la entidad.
La entidad exhortó a retomar la vía del diálogo y el consenso para definir rápidamente “lineamientos que permitan revertir la situación en beneficio de las partes interesadas y del país mismo”.
Privatización de la información

Toda la información disponible en materia energética se basa en los números que brindan las empresas del sector, ya que, junto a la privatización de YPF, también se privatizó el dominio de esta información. Cuando YPF era una empresa estatal, la Secretaría de Energía publicaba un informe mensual donde figuraban los costos de extracción cuenca por cuenca. Argentina es hoy el único país del mundo donde las estadísticas petroleras están privatizadas. Asimismo la estadística de reservas disponibles surge de una simple declaración jurada por parte de las empresas. El MORENO ha insistido -sin lograrlo- en la necesidad de que se realice una auditoría de costos y de reservas absolutamente independiente, llevada a cabo por profesionales argentinos, que se cuentan entre los más competentes del mundo.

Esta necesidad surge de la posibilidad real de que las empresas brinden datos falsos en cuanto a sus reservas, ya que esto está directamente vinculado al valor de sus acciones. El petróleo está en concesión -ya que nos pertenece a los argentinos- pero Repsol, en Bolivia y en Argentina, hace figurar en sus activos propios las reservas de Loma de La Lata y todas sus reservas en territorio boliviano.
Petroleo, demanda y especulacion
negocios Noviembre 13th, 2008
Joseph Schumpeter, el gran economista austriaco, fue quien mejor describió el sistema capitalista. Dijo que se trataba de una sucesión interminable de “destrucción creativa” en la que nuevas ideas y tecnologías desplazaban a compañías antiguas que se volvían obsoletas y desaparecían. En 1939 Schumpeter publicó un tratado sobre los ciclos económicos y mostró que cada cierto número de años se producía una crisis profunda. La periodicidad parecería ser de aproximadamente veinte años: ha habido grandes crisis en 1819, 1836, 1857, 1873, 1907, 1929, 1987 y 2008.
Durante el último año, leímos una buena cantidad de artículos que explicaban el aumento del precio del petróleo en un problema de demanda. Básicamente, Estados Unidos seguía consumiendo de manera voraz, pero a eso se agregaban una buena cantidad de países emergentes, particularmente China e India. En el mundo se demandaban más de 80 millones de barriles por día, y ese número más bien parecía que se incrementaría en el corto plazo.
Pero en las últimas semanas, hemos visto que el precio del barril de petróleo comenzó a descender, primero ligeramente, para luego simplemente desplomarse. Al momento de escribir esta entrada el valor es de 58 dólares aproximadamente. ¿Qué es lo que ha causado semejante caída?

Obviamente, sería bastante tonto creer que la demanda ha caída en dos terceras partes en el transcurso de pocos meses. Si bien el incremento del valor de la gasolina había provocado una caída de la demanda en Estados Unidos, tampoco es para tanto. Tampoco para que China e India demanden mucho menos petróleo. La explicación viene más bien por el lado de la especulación financiera por el precio del petróleo, y de la cantidad de inversores que salieron a deshacer sus posiciones en el mercado del petróleo para recuperar su dinero, en un momento en el que la crisis hace muy complicado el acceso a financiamiento a través de los bancos. Así, contratos de call options (se puede comprar petróleo a un precio fijado de antemano y con un vencimiento fijado previamente), put options (igual que el anterior, pero en este caso se vende petróleo) y futuros, donde pactamos un valor del barril y podemos comprarlo en una fecha determinada con ese precio garantizado). Se trata de opciones financieras, porque, como se darán cuenta, estos inversores jamás manejan petróleo. Entonces, el tema de la demanda es importante, pero la caída del valor del barril está atada a la inexistencia de credito por parte de los bancos y la falta de liquidez de muchos inversores.
Hay varias cuestiones interesantes para pensar. La primera, que el tema del petróleo deja en claro como los mercados y sus instrumentos financieros pueden afectar profundamente nuestra vida cotidiana. El costo del barril y su impresionante aumento fue la base de la aceleración de la inflación en buena parte del mundo, ya que afecta, por ejemplo, el transporte de mercancías. Así que piensen dos veces antes de decir que lo que pasa en los mercados no les importa en lo más mínimo. Segundo, el incremento del petróleo durante la mayor parte del año ha tenido un impacto central en el mercado de viajes. En los últimos cuatro meses hemos presenciado un sostenido incremento de los valores de los pasajes de avión, que recién en las últimas dos semanas se ha detenido -y muy tímidamente comenzamos a ver algunas ofertas aquí y allá.
Algunas ideas y datos para la entrada las tomé de “El Petróleo”, un capítulo de Conectados. 24 horas en la economía global, de Daniel Altman. El libro fue editado en español este año, a través de la editorial Urano. De todos modos, el texto es de 2007, bastante antes del aumento más importante del valor del barril de petróleo, pero las características del mercado de transacción de call options, put options y futuros se mantienen muy similares.
El petróleo cerró cerca de los US$ 40, el menor valor en cuatro años
Viernes 5 de diciembre de 2008
El precio del petróleo retrocedió hoy hasta los 39,35 dólares el barril en la bolsa de Londres para luego recuperar algo de terreno y cerrar la jornada dentro de la marca del 40 dólares.
En Nueva York, los contratos pactados para enero cayeron hoy 6,5 por ciento respecto a la víspera, hasta los 40,81 dólares por barril.
En los valores actuales, el crudo se ubica en su cotización más baja desde los primeros días de enero de 2005.
Los analistas atribuyen las bajas cotizaciones del crudo a las malas perspectivas de la coyuntura internacional, la caída de la demanda y al fuerte aumento en la tasa de desempleo en Estados Unidos. La desocupación en Estados Unidos llegó hoy a los mismos niveles que hace 34 años.
Los contratos del ICE Brent con vencimiento en enero cerraron hoy en 40,25 dólares, tras tocar un mínimo de 39,25.
Los analistas del banco germano Commerzbank consideran que los precios actuales son extremadamente bajos y que una disminución en la producción de parte de la OPEP contribuirá a un paulatino aumento.
jueves 4 de diciembre de 2008
Pero el gobierno de Cristina anuncia más subsidios a los privados para sortear crisis
Emilio Marín (LA ARENA)
Ante la crisis internacional, que ya arribó a las playas argentinas, el Estado está disponiendo subsidios para reactivar ciertos sectores. Que haya más intervención estatal es bueno, pero no hay que subsidiar monopolios.

Los coletazos de la crisis económica empiezan a estar a la vista. En la provincia de Córdoba hay ya 1.700 trabajadores cesanteados en la industria automotriz y autopartistas. A nivel nacional el gremio bancario ha denunciado 1.500 despidos, por lo que habrá medidas de fuerza durante esta semana. En otros rubros también se cuecen habas.

En esta circunstancia es necesario que el Estado intervenga, con medidas activas para salvar el empleo y reactivar la producción, lo que ha dado en llamarse "políticas keynesianas".
Pero es imprescindible precisar qué tipo de medidas o subsidios se implementan, y para salvar a quiénes y a cuántos. Ese es un debate profundamente político. Es que muchos empresarios que lucraron en la situación anterior al estallido de la crisis, y que en buena medida la generaron, ahora claman por la ayuda estatal.

Y en algunos países logran ese salvataje, caso de Estados Unidos donde el sector bancario que detonó el problema es el destinatario central del paquete de auxilio de 750.000 millones de dólares votado por el Capitolio.

¿Y qué pasa en Argentina?

Acá se han hecho varios anuncios, que merecen análisis detallado, porque –si se refiere a la industria automotriz- una cosa sería subsidiar a las multinacionales y otra muy diferente hacerlo con los obreros suspendidos y despedidos, así como dar facilidades impositivas y créditos subsidiados a las autopartistas proveedoras de las terminales. Uno se refiere a autopartistas que sean Pymes nacionales, y no multinacionales como Gestamp, de capitales españoles, que despidió 300 empleados en Córdoba y empleaba hasta noviembre a 1.600.

Los anuncios de la presidenta ante la XIV Conferencia de la UIA en Pilar, la semana pasada, prometieron rebajas impositivas a las firmas que blanquearan diez trabajadores. Se supone que la facilidad está pensada para compañías de pequeño o mediano porte, y no para monopolios que a veces se trasvisten de "burguesía nacional".

Esa confusión se produce porque el gobierno las considera nacionales. La presidenta habló también ante la 56ª Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción y anunció un vasto plan de infraestructura. Lo escuchaba y aplaudía el vice de la entidad, Aldo Roggio, el jefe de un holding que emplea a 15.000 empleados. ¿A eso llaman burguesía nacional?

Allí se supo la novedad de un plan de obras públicas por 71.000 millones de pesos, cuyos detalles se conocerán el 15 de diciembre próximo. Esa masiva intervención estatal en principio luce como positiva porque dejaría como saldo muchos puentes, caminos, escuelas y viviendas, y aseguraría la continuidad de miles de empleos en la construcción. Eso sería lo bueno. Lo malo es que estarán prendidos en los millonarios contratos empresas como Roggio, Wagner, Gotti, Skanska, Iecsa, Sade, Electroingeniería, etc.

Más y no menos subsidios

Al presentar el presupuesto 2009, el ministro de Economía y otros funcionarios, así como sus legisladores, hicieron hincapié en que se achicarían los subsidios. Carlos Fernández y Sergio Massa, al presentar formalmente el proyecto, aseguraron que el recorte sería del orden del 9 por ciento. Ahorrarían 6.000 millones de pesos sólo en el rubro de subsidios energéticos, del combustible aerocomercial y el petróleo crudo.

Ese anuncio fue el 15 de setiembre pasado. Al día siguiente la presidenta de la Nación firmó un Decreto de Necesidad y Urgencia para ampliar los subsidios al transporte en 6.000 millones de pesos, incluyendo mayores giros a los operadores privados de energía, los concesionarios privados de trenes y sus colegas, también privados, del transporte automotor de pasajeros. Algunas estatales como Aerolíneas, Enarsa y Aysa también recibieron plata extra, lo que no estaría mal porque parece lógico que el Estado trate de ponerlas en un estado óptimo de operaciones.

Eso ocurrió en septiembre. Luego, con el advenimiento de la crisis internacional, la concesión de subsidios recobró su velocidad habitual. A las empresas de energía y transporte se estima que al final de 2008 se les habrá entregado 25.000 millones de pesos. En muchos casos, como se advierte en la prestación de los ramales ferroviarios, la política de subsidios estatales no se ve compensada con un servicio mínimamente eficiente para los sufridos usuarios.

Varios de los grupos económicos concentrados que se benefician con los subsidios gubernamentales posteriormente incumplen sus compromisos. Se lo puede apreciar en forma nítida con la industria automotriz, cuyas terminales gozan de subsidios de las provincias donde se radican. A saber: 400 pesos por cada empleado nuevo, exención del cien por ciento de impuestos provinciales, subsidios del 25 por ciento en el precio de la energía y obras de infraestructura hechas a medida (caminos de entrada y salida a los establecimientos, desagües, cloacas, etc).

Como quedó apuntado, esas empresas (Renault, Fiat, Iveco, Volkswagen, Peugeot, General Motors, etc) fueron las primeras en despedir y suspender personal. Este solo hecho ameritaría revisar y rectificar en 180 grados la política de subsidios. Sin embargo el jefe de Gabinete insistió en que "el gobierno entregará subsidios para el sector automotriz" (LA ARENA, 17/11).

Amigos son los amigos

Se puede hacer una comparación entre los 25.000 millones de pesos asignados a firmas, en su mayoría privadas, del transporte y energía, y el presupuesto para 2009 a las 40 universidades estatales: 7.951 millones de pesos. Tres veces menos a éstas, donde se juega el futuro de la educación, la ciencia y el desarrollo nacional.

Entre los empresarios beneficiados por esa política gubernamental están los hermanos Cirigliano, del Grupo Plaza y concesionarios del ramal TBA. No es casual que uno de estos propietarios, Claudio Cirigliano, estuviera en la comitiva presidencial que semanas atrás recorrió cuatro países del norte de Africa. Los favores estatales no terminan con las ayudas tramitadas por Ricardo Jaime.

Cristina Fernández hizo la apología de esa mixtura empresaria en su delegación. Allí, además del transportista, viajaron el vicepresidente de la UIA, José I. de Mendiguren; el titular del Banco Galicia, Luis Ribaya; el mandamás de Edenor, Alejandro Mc Farlane y directivos de Techint. También estuvieron los máximos responsables del sector harinas y carnes de la multi Cargill.

Nuevamente aparece la confusión sobre que lo que es bueno para estos empresarios sería simultáneamente bueno para el país, un aserto que falla por su base.

Un embrollo similar se vivió unos días más tarde, cuando Cristina recibió al presidente de México, Felipe Calderón. Los mandatarios aparecieron flanqueados por los pesos pesados de las economías de ambos países: Carlos Slim y Paolo Rocca (Techint). La diferencia es que estos monopolistas no tienen cargos en un solo país, como Calderón y Fernández: Slim tiene allá a Carso y Telmex, y aquí a Claro; Rocca tiene aquí a Siderar y allá a Hylsamex, ambas integrantes de Ternium.

Si algún lector mantiene sus dudas sobre estas críticas a la política kirchnerista de subsidios a pulpos privados, quizás pueda disipar alguna analizando el Programa Petróleo Plus (PPP). El 12 de noviembre pasado la jefa de Estado anunció ese programa que incluirá certificados de crédito fiscal que las petroleras podrán utilizar para pagar derechos de exportación de combustibles. También les devolverán en forma anticipada el IVA y más rápida amortización de Ganancias. Todo a cambio de aumentar 13 por ciento la producción de petróleo en cinco años.

No era difícil acertar que el aplausómetro de los directivos petroleros llegaría al clímax, con Repsol-YPF, Petrobras y Pan American Energy entre los más entusiastas. La semana anterior la presidenta argentina había abierto su despacho en la Casa Rosada al titular de Repsol-YPF, Antonio Brufau, y sus socios argentinos, Enrique y Sebastián Eskenazi, empresarios de confianza de Cristina y Néstor Kirchner.

¿Cuánto es la renta petrolera en Argentina?*

Por Diego Mansilla**
Resumen: las empresas multinacionales
sustraen en Argentina el 28% de la renta petrolera
a sus legítimos dueños. Sumando la renta absorbida
a las ganancias extraordinarias que obtienen,
cuesta creer que se permitan pedir subsidios para invertir
en exploración y recuperar el nivel de las reservas.

En las últimas semanas el barril de petróleo llegó a sus máximos históricos
nominales y no parece haber encontrado un techo. El clima político
internacional hace pensar en que el petróleo caro "llegó para quedarse" . Ya
no es ciencia-ficción pensar en el barril de petróleo a 100 dólares en poco
tiempo. En esta coyuntura, toma cada vez más relevancia el problema de la
renta petrolera y su distribución. Este artículo busca ser una aproximación
a la actualidad de la discusión de la renta.

En Argentina en el año 2005 se extrajeron algo más 38,5 millones de metros
cúbicos de petróleo crudo (unos 242,5 millones de barriles) lo que
representa un 4,6% menos que en 2004. Las cantidades extraídas de petróleo
argentino vienen disminuyendo año a año desde 1998. Las empresas sostienen
que esta caída es producto de " la falta de incentivos " . Como la
explotación se realiza en áreas " maduras " , las empresas exigen subsidios
para hacer las inversiones necesarias, a pesar de los altísimos precios
internacionales. ¿Cómo esto es posible? Para tratar de poner algo de luz
sobre este tema, es imprescindible comenzar a discutir la distribución de la
renta petrolera.

¿DE DONDE VIENE LA RENTA PETROLERA ?

El primer punto sobre el que se debe empezar a trabajar es entender de dónde
proviene la renta petrolera. Debemos comprender qué es lo que permite que se
venda a 75 dólares una mercancía (en este caso un barril de petróleo) cuyo
costo no supera los 6 dólares.

Cuando nos referimos a la renta petrolera nos estamos refiriendo al concepto
de la economía política clásica de renta diferencial y renta absoluta de los
recursos naturales.

Este concepto, que nace con los fisiócratas, pasa a Smith y se consolida con
Ricardo y Marx. Para la economía clásica, la renta nace de las diferentes
productividades de los recursos naturales (tanto la tierra como una mina o
un pozo petrolero). Pero la renta no proviene de la naturaleza por sí misma,
sino que es necesario que las fuerzas de la naturaleza puedan ser apropiadas
(dominadas) privadamente. Es decir, es la propiedad privada de los recursos
naturales (y la capacidad de los propietarios de ejercer ese derecho) lo que
hace que exista la renta. Por tanto la renta corresponde íntegramente al
propietario del recurso . Es el pago que recibe por su poder legal sobre una
porción particular del planeta. El capitalista recibirá solo la ganancia
normal por el capital invertido. Por esto, cuando hacemos referencia a la
renta petrolera, estamos usando un concepto cuya naturaleza implica su
apropiación total por parte de los dueños del petróleo : el Estado nacional,
los estados provinciales y todos los argentinos. Las regalías no son
impuestos a la extracción sino un mecanismo por el cual el propietario se
apropia de la renta .

RENTA PETROLERA ARGENTINA EN 2005

Para poder estimar la renta petrolera argentina se deben conocer los costos
de la industria petrolera. El problema es que éstos han sido ocultados
deliberadamente por las empresas luego de la desregulación de 1989. Sin
embargo, podemos estimarlos utilizando datos oficiales de Repsol (principal
empresa extractora de Argentina). Según su último Balance, el costo del
barril de petróleo en 2004 fue de 5,3 dólares (sumando el "finding cost" y
el "lifting cost", que incluyen tanto los costos de la extracción, de la
exploración y de desarrollo, así como los sueldos pagados). Suponiendo que
los costos se mantuvieron en el 2005 y agregándole un "mark-up" de ganancia
del 30% nos da un importe de venta de 6,9 dólares por barril .

Comparando este importe con los 56,5 dólares del precio internacional
promedio del año 2005 la renta fue de 49,6 dólares por barril. Esto
significa que la renta petrolera argentina llegó en el 2005 a los 12.000
millones de dólares (37.000 millones de pesos). ¿Cómo se distribuyó este
importe?

El Estado Nacional recauda retenciones del 45% sobre el petróleo extraído
que es exportado (unos 54 millones de barriles) y cobra a las empresas una
alícuota del 35% de Impuesto a las Ganancias lo que nos arroja un importe de
3.200 millones de dólares (el 26% de la renta) . Las provincias petroleras
cobran regalías que, según la ley, debieran ser del 12%. Sin embargo, el
importe sobre el que se calcula ese porcentaje sufre una serie de descuentos
(principalmente las retenciones, costos de transporte y diferenciales de
calidad) por lo que la alícuota real no supera el 9% del valor de venta. Por
tanto, las provincias obtienen 763 millones de dólares (el 6% de la renta) .
Sumando el sector público, apenas se obtiene el 32 % de la renta petrolera .

Como las petroleras venden a las refinerías el petróleo al precio
internacional descontando las retenciones, parte de la renta petrolera es
transferida a las naftas y otros subproductos. Esta diferencia representa
unos 4.775 millones de dólares (el 40% de la renta). Pero ¿quién se apropia
de esta renta? ¿Los consumidores o las refinerías? Este tema merece una
investigación en particular, pero podemos “ aventurarnos” a adelantar que
esta renta se distribuye entre ambos, quedándose las empresas con la parte
del león. Esto es así, ya que si bien las naftas no se venden en Argentina a
precios internacionales, claramente los precios internos no se corresponden
con los costos. Estamos pagando las naftas mucho más caras que el resto de
los países no-importadores (0,63 dólares el litro contra 0,06 en Venezuela ó
0,48 en Bolivia, por ejemplo). Además, las refinerías exportan a precios
internacionales el 50% de las naftas obtenidas.

El resto, nada menos 3.312 millones de dólares (el 28% de la renta) es
apropiado por las empresas petroleras extranjeras que manejan nuestro
petróleo desde 1989. Este es el importe que obtienen las empresas que, como
parte de la renta, corresponde legítimamente a los argentinos. Por sus
"inversiones" de capital, las empresas ya obtienen la "ganancia normal" .
Sumando ambos importes las petroleras obtienen las ganancias del 287% sobre
sus costos . Cuesta creer que las empresas necesiten subsidios para poder
extraer petróleo de manera rentable. Además, a este importe se le debe sumar
la parte de la renta apropiada por refinadoras y distribuidoras (que en su
mayoría son las mismas empresas petroleras).

A pesar de que los representantes de las empresas declaren que la
distribución equitativa y correcta debe ser de 1/3 para las empresas, 1/3 el
Estado y 1/3 los consumidores, esto es una falacia. Para empezar, los
consumidores no obtienen toda la renta que les corresponde ya que los costos
internos no se condicen con los precios. Pero, por sobre todo, se está
negando el hecho de que la renta corresponde íntegramente al propietario y
no a las empresas.

Este pequeño ejercicio, que buscó estimar la renta petrolera, nos indica que
es imprescindible su recuperación para el beneficio de la Nación mediante el
manejo directo, como en Venezuela, o mediante el cobro de regalías (el 50%
cobra Bolivia, en vez de nuestra ridícula tasa de regalía del 9%). Tanto en
Venezuela como en Bolivia, donde sus Estados participan respectivamente con
el 86% y el 82% de la renta petrolífera, las petroleras privadas continúan
extrayendo petróleo en ambos países, ya que igualmente obtienen ganancias.

*Exclusivo para Infomoreno
**Licenciado en Economía Política. Dto. de Economía Política del Centro
Cultural de la Cooperación y de la Cátedra Arturo Jauretche de la FCE de la
UBA.

¿Quien maneja el petroleo?
Feb 29, 2008 1:15 pm
Fragmento del libro "Hitler ganó la guerra" escrito por Walter Graziano.

"Hitler ganó la guerra": Descubriendo la verdad. Por Walter Graziano

Resumen: Graziano es un economista (UBA) formado fundamentalmente en el país, que trabajó en el Banco Central de Argentina.
Al principio fue mimado por los medios de comunicación concentrados,
pero no respondió a los negocios, porque siendo liberal escribía de buena fe y no para los seudoliberales que dicen propiciar la libertad de mercado
y cuando deben "operar para sus intereses" se dedican a hacer negocios privilegiados y negociados corruptos en contra de cualquier ley y norma (característica principal de los "liberales" argentinos).
Es por eso que debió abandonar la televisión que manipula, la prensa escrita que negocia, la radio adquirida por los grupos económicos,
porque Graziano defendía el liberalismo pero no los negociados neoliberales.
Es que había descubierto la verdad:
"A quienes se despierten" dedica su exitoso libro "Hitler ganó la guerra"*,
quizás el mejor o uno de los mejores libros editados en Argentina en este año 2004, que no debes dejar de leer.
La interesante obra está consagrada a la búsqueda de la verdad y a propagarla.
El autor agradece a "Tato", porque le abrió la pista de la verdad con datos que resultaron correctos y le sirvieron para entender lo que ocurre.
Uno de los temas del libro es el poder internacional que el autor sintetiza como "el poder anglonorteamericano petrolero-financiero",
con el cual sintetiza la acción de los dos grandes poderes y de los dos países que están al frente del poder del dinero y del monopolio mundial del petróleo.
Otro tema muestra la estupefacción del autor, porque si bien Nash ("Una mente brillante") demostró la falsedad de la teoría de A. Smith de que la competencia maximiza el bien general, esta verificación se mantuvo y se mantiene silenciada en el mundo de los medios.
El autor, citando a Honorato de Balzac, adhiere a la teoría de las dos historias:
"Hay dos historias: la historia oficial, embustera, que se enseña ad usum delphini, y la historia secreta, en la que se encuentran las verdaderas causas de los acontecimientos: una historia vergonzosa".

Reproducion de algunos textos del capítulo sobre el petróleo
donde coincide con nuestra idea de que Repsol (propietaria de YPF)
es norteamericana con testaferros, ahora, catalanes. Félix Herrero

EL PROBLEMA DEL PETRÓLEO

El petróleo no es precisamente un tema cuyo análisis despierte la pasión de las multitudes. Generalmente se entiende que es un tema para especialistas, demasiado técnico, con aristas muy económicas. Por esta causa, la relativamente poca cantidad de material bibliográfico que surge a cerca del mercado energético mundial suele ser desechada aun por el público más ávido de información, debido a la aridez del tema.

Una cosa de la que no tomamos adecuada conciencia es que la vida entera podría ser analizada desde un punto de vista de transformación de la energía. Cuando comemos, o nos vestimos, o desarrollamos cualquier actividad diaria, no estamos haciendo otra cosa que procesar energía.

(...) Hay otra manera de ver este mismo tema: el sistema de precios y salarios de toda sociedad, lo cual implica en síntesis el nivel de bienestar que podemos alcanzar cada uno de nosotros, gira en torno a lo barata o cara, escasa o abundante, que sea la energía que interviene en los procesos productivos.

(...) Ahora puede quedar claro, entonces, que al hablar de energía no nos referimos a un mercado más o a un bien común y corriente, fácilmente sustituible por otro, sino que hablamos de supervivencia. Si muchas veces no nos ponemos a pensar en estas cuestiones es porque, salvo en contadas ocasiones, no hemos padecido graves problemas para hacernos de la energía necesaria para vivir y consumir los bienes que deseamos. Queda claro, entonces, que no da lo mismo que las fuentes energéticas estén basadas en recursos renovables o no renovables. (...)

La inteligencia del hombre ha sido capaz de generar asombros científicos incomparables: se ha llegado a la fórmula y la posible manipulación del genoma humano, hace más de 3 décadas se llegó a la Luna, nos podemos comunicar en forma instantánea con alguien en otra parte del planeta prácticamente sin costo, y se puede dar la vuelta al mundo en horas cuando hasta un par de siglos demandaba meses. A pesar de todo este enorme progreso, la energía con la cual nos movemos, y movemos todos los bienes, es básicamente la misma que se usaba hace un siglo y medio, es un recurso no renovable, escaso, contaminante, y que ha ocasionado terribles guerras, varias de ellas recientes.

(...) No es nada improbable que los enormes intereses que hay detrás del oligopolio mundial petrolero hayan provocado su silenciamiento (desarrollo del hidrógeno). Cuando hablamos de monopolio u oligopolio mundial petrolero debemos referirnos ineludiblemente a las empresas derivadas de la antigua Standard Oil, compañía creada luego de la guerra civil norteamericana por el ya mencionado John D. Rockefeller I.

DE LOS BARONES LADRONES A LAS SIETE HERMANAS

Rockefeller, en muy poco tiempo, se transformó en un tácito monopolista de la industria petrolera norteamericana. Llegó a concentrar en sus manos el 95% de la exploración, explotación, distribución y venta minorista de gasolina en EEUU. Siempre pensó que el negocio petrolero debía estar integrado en forma vertical, o sea una misma firma debe controlar todas las etapas de la producción. Y que la clave del negocio en sí mismo era tener bajo su órbita el proceso de distribución, por lo que llegó a obtener un acuerdo con importantes descuentos con los ferrocarriles que controlaba JP Morgan, acuerdo que resultó a la postre ruinoso para todos sus competidores, a los que uno a uno fue desplazando del mercado, muchas veces mediante la aplicación de métodos semicompulsivos o compulsivos. Ese accionar empresarial, carente de preceptos morales o de códigos, era común en la decena de empresarios que comenzó a controlar la economía norteamericana tras la muerte de Abraham Lincoln. Se trataba de empresarios profundamente odiados por la población en su conjunto, por lo que ya en aquella época fueron bautizados The Robber Barons (Los barones ladrones), expresión que quedó a través de los tiempos, y con la cual aún hoy muchos los recuerdan, a pesar de la acción de una cantidad de biógrafos a sueldo que, con el transcurso de las décadas, la falta de conocimientos reales de historia del pueblo norteamericano y el paso de las generaciones, ahora intentan mostrar un pasado mucho más rosa. Por ejemplo, en su voluminosa biografía de John D. Rockefeller I, el historiador oficial con que hoy cuenta la elite norteamericana, Ron Chernow, titula la biografía de Rockefeller con el nombre de Titán, y lo representa como un personaje ambivalente. En cuanto a las biografías, es necesario mencionar que aquellas que citaban con más detalle algunos de los actos de crueldad y barbarie atribuidos al clan han desaparecido por completo del mercado bibliográfico, al punto que han caído en el olvido episodios tales como la masacre de Ludlow, cuando gente propia de Rockefeller en 1913 mató a mujeres y niños por plegarse a una huelga de la Colorado Oil and Fuel, empresa propiedad de esa familia.

(...) El odio popular a los Robber Barons era en aquellas épocas enorme. Se trataba cada vez más de una casta monopolista en sus diferentes actividades, de un verdadero equipo que se ayudaba solidariamente entre sí, cuyos vástagos se casaban entre sí a fin de que no se diseminaran las fortunas familiares. Si bien un siglo antes Adam Smith había comenzado a idear la tesis del individualismo como base de la competencia perfecta, quienes detentaban el poder económico en EUA a fines del siglo XIX constituían en realidad una verdadera corporación. Tan corporativo y concentrado era el poder económico, que en 1890 el gobierno norteamericano se vio en la obligación de dictar la llamada Ley Sherman, legislación antitrust que tardó 21 años en ser aplicada para el caso del petróleo. Recién en 1911 se ordenó la división de la Standard Oil, que pasa así a fracturarse en una serie de empresas más pequeñas estaduales, pero que siguieron durante muchísimo tiempo constituyendo un monopolio en las sombras debido a una conjunción de factores. En primer lugar, el clan Rockefeller recibió un porcentaje de acciones de cada una; en segundo lugar, las particulares condiciones de la Bolsa norteamericana, donde el capital accionario está singularmente atomizado, hacen que con una pequeña fracción del total de las acciones se pueda controlar toda la empresa, sus políticas comerciales y financieras, y hasta el nombramiento de los directores. Los propios bancos relacionados desde fines del siglo XIX con el clan Rockefeller facilitaron que la desmonopolización haya sido sólo un intento vano: una ley presuntamente cumplida, tras la cual hay un monopolio en las sombras. Este proceso se agudiza cuando comienza a proliferar una inmensa gama de fondos de pensión e inversión, en los que la población coloca sus ahorros y los fondos para su jubilación. Estas entidades, muy relacionadas con los bancos, han invertido ingentes cantidades de fondos en comprar aún más acciones de estas empresas. Como estos fondos de inversión y pensión en muchos casos son propiedad de los bancos de la elite norteamericana, o están relacionados con ellos, ésta ha encontrado una "pócima mágica" no sólo para seguir controlando lo que antes eran monopolios dirigidos de manera unipersonal sino para ejercer su dominio sobre muchos otros sectores a los que no hubiera podido acceder si no se hubiera dado esta singular forma de estructura financiera que existe aún hoy en Wall Street. Poseyendo el 5 ó 10% de una empresa, y administrando otra parte, aún cuando no sea de fondos propios sino con los ahorros de la gente invertidos en bancos y fondos de pensión e inversión, se puede controlar totalmente un mercado tan estratégico como el energético.

El caso del clan Rockefeller es quizás el principal emblema, pero no el único. Durante buena parte del siglo XX, el monopolio petrolero anglonorteamericano fue rebautizado como The Seven Sisters (Las siete hermanas). Pero el proceso de gran concentración del capital vivido en la década del 90 ha hecho que se dejaran de guardar las apariencias y las empresas petroleras volvieran a fusionarse. De seguir a este ritmo, ya poco faltaría para volver a la primitiva Standard Oil. En efecto, la familia Rockefeller controla los conglomerados petrolíferos ExxonMobil, Chevron/Gulf/Texaco, y BP-Amoco (British Petroleum-Amoco). También le corresponde, por ejemplo, y entre muchos otros intereses petrolíferos en el resto de mundo, una proporción muy importante en el petróleo que Repsol posee en la Argentina dado que Aznar vendió en 1997 acciones de Repsol en la Bolsa de Madrid y fueron compradas nada menos que por el Chase Manhattan Bank(1). Este banco, también controlado por la familia Rockefeller, adquirió recientemente al JP Morgan, al Chemical Bank y al Manufacturers Hannover. Desde hace tiempo, la misma familia también controla al Citibank e influye decisivamente en el Bank of America.

(...) Si nos detenemos a pensar un poco en este punto, se observa que la decisión de ir a Irak e invadirlo contra viento y marea es una decisión estratégica con miras a estar donde está el petróleo, a manejarlo y extraerlo como si fuera propio, y a no depender de la buena voluntad de empresas estatales y líderes nacionales. (...) Controlar la energía es tener el poder. (...) Desde 1970, cuando Estados Unidos alcanzó el denominado "techo de producción anual", ésta no ha cesado de declinar... El descenso ha sido particularmente mayor en los años 90 y en el inicio de este siglo, ya que a lo largo de una década cayó casi 20%... Hoy EUA no llega a producir el 45% del petróleo que consume... Se calcula que al actual ritmo de producción, el petróleo norteamericano se extinguirá en el año 2010. Peor aún es la situación en Inglaterra: los pozos descubiertos en el Mar del Norte, cuya propiedad comparten Inglaterra y Noruega, sobre los que se llegó a pensar en su momento que eran muchos más grandes, han resultado menos abundantes que lo previsto, y se calcula que Inglaterra se quedará sin petróleo aproximadamente en el año 2012.

(...) Pero... Hay incluso tipos de petróleo que aún hoy no poseen valor económico, y otros ubicados en zonas de muy difícil acceso, cuya explotación sería cara y sólo tendría sentido con un precio mundial del crudo compatible con cerca de 80 dólares el barril a valores del presente, actualizados por la tasa de inflación en Estados Unidos, al que se llegó durante la segunda crisis petrolera mundial a raíz del conflicto entre Estados Unidos e Irán en 1979.

...los supuestos "errores" de apreciación del Fondo Monetario Internacional, que contribuyeron a que se gesten y perduren muchas de las crisis de los últimos años, en realidad no fueron tales, sino que han sido funcionales a esta necesidad de reducir el consumo de energía per cápita, que bajo determinadas condiciones puede convertirse directamente en una necesidad de ir comenzando a reducir la cantidad de "cápitas".

JOHN DAVID TUVO DOS HIJAS: LA STANDARD OIL Y LA UNIVERSIDAD DE CHICAGO

(...) Se nos había enseñado que el sistema de universidades norteamericano era el más desarrollado del mundo, que su actitud hacia el conocimiento científico era frío e imparcial. Que la ciencia progresa en estas universidades independientemente de presiones políticas y de conveniencias económicas y empresariales. ¿Cómo pudo ocurrir esto, entonces? (el autor se refiere a la difusión de las teorías de Chicago de Friedman y Lucas). Un detalle no menor que se debe tener en cuenta es que las 2 escuelas mencionadas (se refiere al monetarismo y a la escuela de las expectativas racionales) se originaron, desarrollaron y expandieron desde la Universidad de Chicago, recibiendo fuertes dosis de financiamiento de esa casa de estudios. El financiamiento no se detuvo sólo en pagar elevados salarios de los investigadores que desarrollaban las teorías monetaristas y de expectativas racionales en ese recinto académico, sino que además también abarcó la costosa campaña de difusión de estas ideas en los medios de comunicación.

(...) Es evidente que ha habido poderosos intereses detrás de las teorías de la denominada Escuela de Chicago, que ha constituido el basamento para lo que hoy es la globalización, aún cuando se trataba, ni más ni menos, que de un saber falso. ¿Qué intereses están detrás de la Universidad de Chicago? Pues bien, fue fundada por el magnate petrolero John D. Rockefeller I, creador además del mayor monopolio petrolífero del mundo: la Standard Oil. Esa casa de estudios superiores ha sido siempre un baluarte de la industria petrolera. Pero el control de una alta casa de estudios como la Universidad de Chicago por sí solo no hubiera bastado, en medio de un contexto intelectual muy independiente, para imponer las ideas de Milton Friedman y Robert Lucas de la manera en que se hizo. Si hubiera existido un contexto intelectual realmente independiente, habrían aparecido fuertes críticas a los supuestos psicológicos y sociológicos que el ingeniero Lucas introducía en sus teorías. ¿Por qué, entonces, el nivel de críticas que recibió la Escuela de Expectativas Racionales no llegó a ser muy importante? Pues bien, la industria petrolera no sólo fundó la Universidad de Chicago sino que controla, en forma directa o indirecta, al menos a las universidades de Harvard, New York, Columbia y Stanford, y además está presente en muchas universidades. Es usual que muchos de los directivos de estas casas de estudios superiores alternen tareas en empresas petroleras o en instituciones financieras muy relacionadas con dicho sector.

(...) ...no debe llamar la atención tanto que las teorías clásicas de la economía y sus derivadas (Friedman, Lucas, etc.) den prácticamente un trato uniforme a todos los mercados, de todos los bienes, en todos los países y en todo momento, sin hacer distinción entre ellos. (...) el petróleo es un recurso no renovable, por lo que su mercado es de características especiales. A pesar de ello, es una cuestión que escapa al tratamiento que se le da usualmente en la teoría económica: la teoría suele tratarlo como si fuera un mercado más. (...) Pero los defectos de la Escuela de Chicago no se reducen a desconocer esto y a negar los descubrimientos de Nash, Lipsey y Lancaster. Es llamativo el hecho de que el propio producto, de características particulares, cuya explotación permitió la fundación de la propia universidad, y el control de otras tantas, es un bien que no fue tratado en la teoría de una manera especial al ser un recurso no renovable, por Friedman y Lucas, quienes tampoco tienen en cuenta que precisamente el petróleo es el bien cuyo mercado ostenta el mayor nivel de cartelización del mundo. Paradójicamente, quienes intentaron ejercer un verdadero oligopolio en el estratégico mercado de la energía fomentaron la creación y difusión de teorías económicas basadas en la libre competencia, la ausencia de regulaciones estatales, el paraíso del consumidor y la competencia constante entre sí de una enorme gama de productores que sólo tienen en teoría una ganancia exigua que realizar.

Ahora comenzaba a quedarme más claro porqué, y debido a quiénes, el principal descubrimiento de Nash había permanecido bastante oculto y, al mismo tiempo, aparecía como un enigma el verdadero estado de situación del mercado petrolero, sobre todo a la luz de las guerras ocurridas en el siglo XXI.

* Walter Graziano, Hitler ganó la guerra, Editorial Sudamericana, 2º edición, Buenos Aires, 2004.
1 Algo similar ocurrió con Telefónica de España. Las acciones vendidas en la Bolsa de Madrid por el Estado español fueron compradas en forma mayoritaria por bancos estadounidenses muy relacionados con el clan (Rockefeller) que controla el petróleo norteamericano.

El verso Norteamericano-Oro negro: ¿Quién gana con el encarecimiento del petróleo?
Por: FERNANDO MORENO
Miércoles 28 de Mayo, 2008 (1:20)
Mientras los ciudadanos de a pie sufrimos las consecuencias del vertiginoso aumento del precio del petróleo (el precio del barril se ha duplicado en un año), hay otros que, evidentemente, no tienen tiempo ni de frotarse las manos ya que no paran de contar billetes.
Como en cualquier guerra (aunque sea de precios) siempre hay alguien que se llena los bolsillos. Y no hablamos sólo de las grandes compañías petrolíferas.
Los mayores beneficiarios de la situación actual son, y no estamos descubriendo nada nuevo, los 12 países miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo).
Estados cuya balanza comercial desconoce los números negativos. Solo Arabia Saudí tuvo un superávit comercial en 2006 de 76.000 millones de dólares. Las ganancias conjuntas de todos los miembros de la OPEP ese mismo año ascendieron a 649.000 millones de dólares, un 22 % más que el año anterior. ¡Por cada dólar que aumenta el precio del barril de crudo, la OPEP aumenta sus beneficios en 11.000 millones de dólares!
En un nada despreciable segundo lugar se encuentran las compañías estatales de extracción de petróleo. En continuo conflicto por un quítame allá esos pozos con las multinacionales petrolíferas, las compañías estatales han ido adquiriendo cada vez más poder, hasta el punto de que empresas gestionadas por el estado como Saudi Aramco, PDVSA de Venezuela o la rusa Gasprom controlan cerca del 90 % de las reservas conocidas.
Las grandes compañías petrolíferas se tiene que conformar, muy a su pesar, con el tercer escalón de este multimillonario podio. Pero se quejan sin motivo: empresas gigantescas como Exxon Mobil, BP (British Petroleum), Shell, etc. intervienen en todo el proceso productivo, desde la extracción y refinado hasta la distribución y venta al cliente final (combustibles, lubricantes, etc).
En tan largo camino y con el precio del crudo por las nubes, acumulan beneficios record y espectaculares subidas en bolsa. En estos días, el valor bursátil de Exxon Mobil ronda los 500.000 millones (medio billón, pero del europeo) de dólares, casi tanto como General Electric y Microsoft juntas.
Fuera de las medallas, pero en un lucrativo cuarto puesto, se encuentran los llamados “mercados de futuro”, esos se dedican a especular (en el peor sentido del término) con el precio de las materias primas a corto y medio plazo, en este caso con el apetecible “oro negro”. Un eslabón de la cadena que solo busca dinero rápido sin aportar al proceso productivo nada que no sea codicia.
En el quinto puesto, una de las peores consecuencias de todo este baile de cifras: el regreso, y en algunos países por la puerta grande, de la industria de la energía atómica. A muchos gobiernos les han entrado las prisas por diversificar las fuentes de energía y, por falta de previsión, solo se les ha ocurrido echar mano de la energía atómica. Es una industria que actualmente presenta un crecimiento anual del 2,5 %.
Los siguiente de la lista son industrias que se dedican a ciertos tipos de energías alternativas, aunque no sean realmente sostenibles. El caso más evidente es el de las compañías que intentan aprovecharse de la incorrecta imagen ecológica de los agrocombustibles (que, además, hunden sus raíces en la industria petrolífera convencional al utilizar gran parte de sus estructura).
Empresas agrícolas se benefician de los elevados precios de cereales y oleaginosas. Incluso la cotización del suelo cultivable aumenta.
En España, la situación se torna especialmente sangrante, ya que las grandes constructoras y promotoras (que ya han exprimido el ladrillo hasta secarlo) están trasladando sus intereses a este tipo de negocios. Tras haber demostrado que su único fin es la búsqueda de beneficios escandalosos, es de sospechar que no vienen aquí a mejorar la balanza energética nacional, sino simple y llanamente a seguir llenado los bolsillos a costa de los ciudadanos. Es el único bagaje “cultural” que aportan, ya que de energías renovables y sostenibles no tienen ni puta idea (ni falta que les hace).
Otros que también han visto subir rápidamente sus ingresos son las empresas geotécnicas que se dedican a las prospecciones y perforaciones del suelo en busca de nuevos yacimientos petrolíferos. Los mejores especialistas en este campo pueden llegar a cobrar entre 800 y 1.200 €uros al día.
Al final de esta lista podemos encontrar regiones concretas del planeta que también se ven favorecidas por esta escalada de precios. El ejemplo más patente es la región de Alberta, Canadá. Al olor del dinero que puedan obtener de las malolientes arenas bituminosas que se acumulan en la zona, muchas petroleras han puesto rumbo a estos parajes.

La comarca se enorgullece de tasas de crecimiento económico que duplican a las del resto del país. Las cifras de paro han descendido hasta valores que no se veían en estos últimos 30 años.
Estos son los grandes beneficiarios de los actuales precios del petróleo, combustible y lubricante de nuestra civilización. Los demás, entre tanto, acudimos con cara de resignación a la estación de servicio más próxima. Y para más inri, con el amargo convencimiento de que esto no ha hecho más que empezar.
Orgía de beneficios para las petroleras
Por: FERNANDO MORENO
Sábado 02 de Agosto, 2008 (0:07)
A río revuelto, ganancia de pescadores. Y más, si la caña está en manos de las compañías petrolíferas mientras ven pasar las aguas bravas del precio del petróleo de estos últimos meses.
Shell y BP anuncian beneficios multimillonarios, aunque lejos del indignante record registrado por la gigantesca Exxon Mobil: en el segundo trimestre del año, consiguió un aumento en los beneficios del 14%, llegando a los 11.700 millones de dólares (7.500 millones de €uros), las mayores ganancias conseguidas jamás por una empresa estadounidense.
A pesar de haber disminuido la extracción de petróleo y gas en cerca de un 10%, Exxon Mobil (la mayor compañía petrolera del mundo cotizada en bolsa) obtuvo un aumento en la facturación del 40%, alcanzando los 138.100 millones de dólares.
Para la Royal Dutch Shell (la segunda mayor compañía petrolera del mundo con participación estatal) los beneficios limpios subieron hasta los 8.600 millones de dólares, y un aumento de la facturación de 85.000 a 131.400 millones de petrodólares. Y todo en un periodo en el que la extracción descendió levemente hasta los 3,13 millones de barriles equivalentes al día.
BP también superó las mejores expectativas, con un aumento en este segundo semestre del 28%, hasta los 9.500 millones de dólares. Los aumentos se obtuvieron a pesar de mantener la producción prácticamente invariable en 3,83 millones de barriles equivalentes por día.

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