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domingo, 4 de julio de 2010

¿Progresista?, no gracias

“Soy progresista no izquierdista”, me dijo. Para mi sonó: “Soy idiota no estúpido”. "El mejor truco del diablo, fue convencer al mundo de que no existía”, reza una frase que se hizo célebre en una película. “El mejor truco de los Kirchner y de la oposición argentina fue convencer a la sociedad de que son progresistas”, podría decirse en sentido similar.

Las ardillas, esos simpáticos animalitos tienen fama de tener mala memoria, esconden sus nueces con tanto afán, pero luego olvidan el sitio donde las colocaron. Un sector grande en Argentina tiene esa misma características de las ardillas, olvidan con relativa facilidad los acontecimientos políticos que han ocurrido en detrimento de la nación, y peor aun olvidan los avances que de manera sostenible ha logrado la Revolución Argentina...siempre que fue autentica.

Progreso es una de esas nociones básicas que deben orientar la actividad social y personal. En torno a esa noción se han fabricado ideologías autodenominadas progresistas, generalmente asociadas a movimientos también autodenominados de centroizquierda. De ese modo, se llega a considerar progreso "lo último", lo que "todo el mundo" acepta. Verse como los demás, pensar según lo que se lleva, evita las incomodidades de pensar por uno mismo acerca de lo que realmente es bueno. Esto es lo "políticamente correcto". La realidad es lo de menos, lo importante es no apartarse demasiado de la corriente de moda. Consecuentemente, el pasado ya no es lo recibido y conservado en la memoria, origen de la propia identidad, sino algo exterior con lo que se rompe y solamente sirve para justificar las decisiones presentes. El pasado es la historia del error, de lo superado, lo contrario a progreso, por definición. Pero esto significa querer construir el mundo sobre una amnesia o sumisión a intereses minimamente ajenos. En temas como el aborto o el matrimonio gay, pocos dirigentes se animan a contradecir las opiniones dominantes en los medios y los mandatos de quienes los financian. Ese poder intimidatorio frustra incluso el masivo reclamo ciudadano.

El progresismo es marxismo dosificado, administrado lentamente para que no se sienta su brutalidad. En vez de acudir a la revolución violenta y la lucha de clases para implantar un gobierno centralista ultra poderoso, que controla todas las acciones del individuo coartando su libertad. Aboga por el cambio gradual, sin revolución, destruyendo de a poco la constitución y los principios éticos de una nación hasta convertirla en dictadura.

La progresía cambió la palabra “revolución” por “evolución”, para introducirse en el sistema, usando y abusando de la democracia. El progresismo surgió en Estados Unidos a comienzos del siglo XX con el presidente demócrata Woodrow Wilson. Un racista que ordenó la segregación de los negros en las Fuerzas Armadas.
Otro progresista de la época, George Bernard Shaw, propuso la eliminación de quienes no generaban superávit aplicándoles un gas letal. Shaw fue el precursor de las cámaras de gas nazis.

Según el escritor, cada cinco o seis años había que hacer un cómputo de quiénes habían producido más de lo que habían consumido. Esos merecían vivir. Los demás debían ser aniquilados. El mismo concepto era aplicable a los enfermos y minusválidos. Se denomina eugenesia y formula que sólo deben tener derecho a la vida los físicamente capacitados. La idea fue ampliada por Hitler contra cualquiera que no fuese ario. ¿Daños colaterales de la lucha por la libertad y la democracia?

Hitler era progresista. No se diferenciaba ideológicamente de Stalin o Mao y hablaba del socialismo como su meta. El “Partido Nacional Socialista Obrero Alemán” lo dice claramente, era “socialista y obrero”, los ancestrales simbolismos izquierdistas.

Los nazis diferían de los socialistas tradicionales porque no eran internacionalistas sino nacionalistas, y a Hitler no le gustaba reconocer que su ideología derivaba de Karl Marx, un judío renegado.

El progresismo es socialismo conservador, también llamado comunismo. En América Latina lo rebautizaron “Socialismo del Siglo XXI”. Es la forma más abusiva de gobierno que ideó el capitalismo porque casi siempre degenera en totalitarismo. Si no te fuerzan a cumplir con sus normas, con el tiempo y sin que lo notes, igual te encontrarás restringido en tus opciones hacia la vida porque el estado lo es todo. ¿Será así?
El siguiente video está dedicado a nuestros queridos Progresistas Nacionales quienes votarón o votarán a favor de las siguientes leyes en beneficio de esta hermosa patria libre, soberana e inundad de justicia social; además, por supuesto, de una multitud de pasos importantísimos en el reconocimiento de las libertades de sus ciudadanos:

-Pagar deuda externa ilegitima, No nacionalizar YPF, Tener un decodificador con 15 canales de aire y futbol en directo.
-Ley Antiterrorista (Ley a favor de la persecución a la protesta social, donde sin agresividad alguna terminaremos todos encerrados en Guantanamo. Nuevo manual estadounidense de contrainsurgencia);
-Ley de glaciares-Ley Filmus (Ley a favor de la explotación minera sin ley alguna encontra del modelo extractivista);
-Ley de Entidades Financieras y de Multimedios (cierre por cambio de dueños capitalistas a transnacionales).
-Ley de Voluntad Anticipada, que permitirá a los enfermos terminales renunciar al tratamiento médico que sólo prolongaría su vida sin posibilidad de cura (llamada ley del bien morir, que permitirá además dar vida a otros ¿?);
-Ley de la interrupción del embarazo (llamada también ley del buen vivir, que permitirá además dar vida a otros.. a la "Asociación Internacional de médicos Progresistas" y a una sociedad indiferente a la matanza de 100.000 bebés);
-Ley"divorcio Expres" (se puede tramitar el divorcio en poco más de diez días, por mutuo acuerdo o por voluntad de uno de los integrantes);
-Ley de uniones civiles entre personas del mismo sexo (con esa también ganamos en el Congreso, sin tener mayoría propia.....je);
-¿Y qué decir de la "despenalización" de la droga? El nuevo pensamiento único, que de la noche a la mañana descubrió que el cigarrillo es nocivo para la salud y ahora persigue a los fumadores como si fueran terroristas, sostiene que prohibir el consumo de drogas es una gravísima intromisión del estado en la vida individual.

Sin embargo uno no debe perder el foco. Las audacias "patrióticas" o "sociales" del progresismo son muy limitadas porque a diferencia de los años 1930 hoy el capitalismo como realidad mundial es básicamente un gran depredador financiero, su "cultura" no es la de la gran industria militarizada o de otro signo sino la de los negocios especulativos de corto plazo, los golpes de mano financieros, el saqueo veloz de países. Cada nuevo amo-inversor aporta sus propias perversiones, la degradación deja de tener una única referencia externa para extenderse a un fluctuante abanico de aves de rapiña..........algunas de la mano de la izquierda, otras de la derecha, las veces de ambas.

El progresismo no es el resultado del ascenso de nuevos sistemas de poder, tampoco es patria libre, soberana e inundada de justicia social; tampoco....por supuesto, una multitud de pasos importantísimos en el reconocimiento de las libertades de sus ciudadanos; sino el producto de diversas debilidades y equívocos convergentes. En primer lugar aparecen las burguesías locales transnacionalizadas, sin otro proyecto que la reproducción del parasitismo, cuya función especifica se realiza en la función histórica del progresismo: postergar, corromper, trabar el desborde del potencial insurgente de las bases populares, traslucir el saqueo. En segundo lugar la atrocidad socializada, el silencio................En cada golpe de Estado hubo progresistas apoyando; el término progresista es una porquería y de una vaguedad absoluta. Esto también pasará.

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