¿Impuesto a la abundancia? escrito por María Roberta Perujo Rivasviernes, 19 de junio de 2009
Parece que el Gobierno nacional sólo quiere privilegiar a los ricos y que la gente con menor poder adquisitivo nunca llegue a tener recursos tecnológicos útiles para el desarrollo de la vida moderna. El proyecto sobre el impuesto a la tecnología ya está en espera para ser tratado después de las elecciones.
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El Gobierno de Cristina Kirchner sigue manteniendo un doble discurso. Por un lado, quiere mostrar que está en contra de quienes más tienen y a favor de la clase humilde, sin embargo lo que escribe con la mano, lo borra con el codo.
El proyecto presentado para aumentar hasta un 34% el valor de venta de productos tecnológicos -por lo que aumentarían no sólo las notebooks, cámaras de fotos, celulares, monitores y televisores LCD, sino los aires acondicionados y las estufas- pone estos artículos en un lugar casi inaccesible para quienes menos tienen, ya que al aumentar todos estos productos, sólo las personas de mayor poder adquisitivo las podrán adquirir. La iniciativa en cuestión se puede consultar aquí.
La propuesta oficial tuvo un fuerte rechazo por parte de usuarios de Internet, quienes expresaron su preocupación por una medida que los alejaría aún más de contar con tecnología para el uso cotidiano.
Todo lo contrario sucedió en el Congreso de la Nación donde fue tratado el proyecto en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, donde se aprobó un dictamen de mayoría y sólo los diputados Esteban Bullrich y Luis Galvalisi se opusieron.
Los diputados que votaron a favor del dictamen para que sea tratado en la Cámara baja son casi todos, lógicamente, del Frente para la Victoria, salvo por Ariel Basteiro y Claudio Lozano, quienes también apoyaron la iniciativa.
Como “complemento” del proyecto también el Gobierno firmó un decreto que beneficia con una reducción del 61,47% en la tasa de impuestos internos a partir del 1 de julio de este año a los productos eléctricos y electrónicos fabricados o a fabricarse en Tierra del Fuego, únicamente para las empresas beneficiarias del régimen de la Ley 19.640. Al leer esto uno puede pensar que se está defendiendo la producción nacional, pero esta disposición sólo beneficia a empresas de esa Provincia, y el país no es sólo Tierra del Fuego. Habrá otras jurisdicciones que se verán afectadas en sus fuentes de trabajo y habrá una reducción del mercado informático y el volumen de ventas afectando a importadores, productores locales y canales de distribución.
Además, se profundizará la brecha digital afectando seriamente la posibilidad de acceso a la informática por parte de los sectores medios y bajos de la población.
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